5 beneficios principales de trabajar con un higienista industrial

Toda organización quiere hacer de la seguridad una prioridad. En algunos casos, incluso se fijaron objetivos increíblemente ambiciosos, como reducir las tasas de incidentes a cero.

Sin embargo, en entornos industriales, mantener todo al 100% es un gran desafío.

Trabajar con higienistas industriales hace que esto sea más fácil y ayuda a los empleadores a hacer que sus lugares de trabajo sean lo más seguros posible.

¿Qué es la higiene industrial?

La higiene industrial es una disciplina científica que se ocupa de identificar y gestionar los peligros en el lugar de trabajo. Se trata de cuatro categorías de riesgos laborales:

  • Químico
  • Biológico
  • Físico
  • Ergonómico

Los higienistas industriales operan de acuerdo con cinco principios básicos que les permiten prevenir lesiones y reducir las tasas de enfermedades en el lugar de trabajo:

  • Anticipación de peligros examinando el diseño, las operaciones, los procesos, las tareas de trabajo, los materiales y la fuerza laboral del lugar de trabajo
  • Reconocimiento de peligros al comprender los tipos de riesgos presentes en los lugares de trabajo, incluido el conocimiento de detalles técnicos como los límites de exposición
  • Asesoramiento de exposición Evaluar el riesgo de exposición a peligros identificados y potenciales.
  • Controlar la exposición siguiendo la jerarquía de controles de peligros para determinar qué medidas deben implementarse
  • Aprobación de medidas de control para garantizar que sean adecuados, eficaces y correctamente correctos para los peligros en el entorno de trabajo

(Obtenga más información en Introducción a los controles de ingeniería)

Los beneficios de la higiene industrial

La higiene industrial es una adición beneficiosa a cualquier lugar de trabajo porque requiere un enfoque científico de la salud y la seguridad. Es exhaustivo, tiene en cuenta numerosos factores que contribuyen a condiciones peligrosas y es eficaz para reducir los riesgos.

Independientemente del sector o del tamaño de la empresa, toda organización tiene que ocuparse de la seguridad. El riesgo de exposición y lesiones es real en cualquier entorno laboral. Si bien esos riesgos no se pueden eliminar por completo, trabajar con un higienista industrial es una de las mejores formas de minimizarlos.

Estos son algunos de los principales beneficios que se derivan de ello.

1. Mayor productividad

La productividad de un trabajador no es enteramente el resultado de factores individuales. Las condiciones de su trabajo, su entorno laboral y la forma en que son tratados afectan su eficiencia.

Trabajar en un entorno sucio o inseguro no sólo pone a los empleados en riesgo, sino que también puede distraerlos, estresarlos y provocar ansiedad y fatiga. Por otro lado, los trabajadores de la industria pesada que realizan su trabajo en instalaciones seguras y sanitarias con condiciones de trabajo flexibles y supervisores que los apoyan reportan niveles más bajos de estrés y una mayor moral. Las medidas de higiene industrial pueden ayudar a cualquier lugar de trabajo a lograr este tipo de resultados al eliminar muchos de los factores estresantes que afectan a los empleados.

Además, ayuda a evitar que los trabajadores se enfermen en el trabajo o desarrollen afecciones musculoesqueléticas incómodas, dolorosas o debilitantes. El resultado es una fuerza laboral con más concentración y energía para realizar tareas de manera segura y eficiente.

(Conozca los factores de riesgo para desarrollar trastornos musculoesqueléticos)

2. Menores costos de atención médica

Dirigir un negocio en una industria de alto riesgo significa tener que lidiar con costos de atención médica exorbitantes asociados con enfermedades y lesiones de los empleados. Esto es especialmente cierto cuando se tiene en cuenta el potencial de lesiones incapacitantes en trabajos que dependen del manejo de materiales pesados, trabajos extenuantes u otras tareas físicamente exigentes.

Estos costos se agravan ya que estos incidentes también tienen un impacto en las primas de seguro de la compañía y el costo de sus paquetes de atención médica.

Invertir en higiene industrial significa invertir en unas instalaciones más seguras, lo que se traduce en una reducción de los costes sanitarios a corto y largo plazo.

3. Reducción del ausentismo

El ausentismo es uno de los costos indirectos de los riesgos no identificados y los peligros mal controlados.

Como su nombre lo indica, el ausentismo es una tendencia a no presentarse al lugar de trabajo, salir temprano o evitar el trabajo. Hay muchos factores que contribuyen a este fenómeno y algunos están fuera del alcance del empleador. Por ejemplo, puede deberse a problemas de salud crónicos, ser el cuidador de un familiar enfermo o hacer malabarismos entre el trabajo y las responsabilidades parentales.

Algunos de los factores contribuyentes, sin embargo, están directamente relacionados con las condiciones laborales. Las enfermedades ocupacionales, el estrés por pasar el día en un espacio de trabajo mal diseñado y sentirse infravalorado por un empleador pueden disuadir a un trabajador de presentarse consistentemente. Y todo esto puede mejorarse con la aplicación de principios de higiene industrial.

4. Mantener un mayor nivel de profesionalismo

Gestionar un lugar de trabajo seguro es una parte importante de la responsabilidad social corporativa. También es algo que las partes interesadas, los socios y los clientes valoran.

Mantener un lugar de trabajo seguro se refleja positivamente en la empresa en su conjunto. Una reputación de seguridad hace que la organización y sus empleadores parezcan más profesionales. Esto, a su vez, puede proporcionar una ventaja competitiva significativa y ayudar a fomentar relaciones profesionales sólidas.

5. Menores costos de rotación, incorporación y capacitación

Otro gasto asociado con las enfermedades y lesiones profesionales son los costos incurridos por el reemplazo de trabajadores. Contratar a un nuevo empleado, incluso temporalmente, implica gastos iniciales adicionales que deben tenerse en cuenta.

Para empezar, existe la mano de obra y los recursos adicionales necesarios para encontrar candidatos calificados, examinar a los solicitantes y realizar entrevistas. Luego está el proceso de incorporación, seguido de la capacitación de los nuevos empleados. Los nuevos trabajadores también necesitan tiempo para familiarizarse con sus tareas y el entorno laboral, lo que repercute en la productividad.

Además, todos estos costos pueden aumentar si el puesto requiere habilidades especializadas o certificación. En esos casos, la búsqueda de empleo podría ser más intensiva y la formación más elaborada.

Las buenas prácticas de higiene industrial reducen el número de casos en los que un empleador necesita encontrar reemplazos temporales o permanentes para sus empleados, lo que se traduce en aún más ahorros de costos a largo plazo.

Conclusión

Todas las operaciones industriales pesadas deben comprender, implementar y mantener estrictas medidas de higiene industrial. Mantiene a los trabajadores seguros, ayuda a garantizar el cumplimiento y beneficia financieramente a la empresa.

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