Beneficios
Hay muchas razones para practicar la gestión del riesgo operativo en una organización. Sin embargo, uno de los principales beneficios es que reduce la probabilidad de interrupciones y pérdidas operativas. Las pérdidas operativas afectan significativamente los resultados de una organización, por lo que reducirlas es excelente para cualquier negocio.
Además, este proceso permite a las empresas identificar riesgos antes de que se conviertan en un problema. De esa manera, pueden aplicar medidas para reducir la probabilidad de que ocurran estos riesgos, mejorando la seguridad y la eficiencia general.
Otro beneficio importante de la gestión del riesgo operativo es que muchas organizaciones la necesitan para cumplir con las leyes y regulaciones locales. Cuando las organizaciones identifican los riesgos y los mitigan antes de que realmente sucedan, también pueden asegurarse de cumplir con todos los requisitos reglamentarios de su industria.
El cumplimiento no sólo reduce las posibilidades de recibir fuertes multas y repercusiones legales, sino que también mejora la reputación de su empresa. Es más probable que los inversores, consumidores, empleados y clientes confíen en las organizaciones que cumplen con los requisitos reglamentarios, lo cual es otro beneficio clave de la gestión del riesgo operativo.
¿Qué industrias practican la gestión del riesgo operativo?
La gestión del riesgo operativo no es una práctica para ninguna industria en particular. En cambio, esta es una excelente práctica para empresas de cualquier industria, ya sea minorista, corretaje de transporte o construcción. Dicho esto, las empresas y organizaciones con operaciones complejas, como instalaciones de atención médica y de fabricación, se benefician enormemente de la gestión del riesgo operativo, ya que reducen en gran medida el riesgo de pérdidas, accidentes y errores costosos.
Además de eso, ciertas industrias que tienen requisitos regulatorios estrictos, como la banca y los seguros, necesitan una gestión del riesgo operativo. La práctica permite a las organizaciones garantizar el cumplimiento de las normas y reglamentos pertinentes. Esto le ayuda a evitar multas y repercusiones legales y mejora la reputación de su empresa.
Tipos
La gestión del riesgo operativo es un término amplio que describe diversas prácticas. Los principales tipos de gestión de riesgos organizacionales que practican las organizaciones incluyen:
Este es el proceso de identificar el riesgo y determinar la probabilidad de que ocurra. Esto brinda a las organizaciones una visión integral de los riesgos potenciales que podrían costarles y poner en peligro a sus empleados y recursos.
Este es el proceso de aplicar ciertas medidas y controles para reducir la probabilidad de que ocurran riesgos. Esto ocurre inmediatamente después de la identificación de riesgos y se puede lograr capacitando al personal, agregando nuevas tecnologías o implementando nuevas medidas de seguridad.
Otro tipo de gestión del riesgo operativo es monitorear todos los riesgos potenciales para las operaciones de su organización. Esto implica revisiones periódicas, recopilación de datos sobre las operaciones comerciales y lectura de todos los informes de incidentes que involucran riesgos operativos clave.
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Cómo implementar la gestión del riesgo operativo
Implementar la gestión del riesgo operativo es una tarea compleja, pero es necesaria para prevenir eventos que pueden costarle a su negocio y poner a los empleados en peligro. Por eso es imperativo contar con un equipo detrás de la gestión del riesgo operativo para monitorear los riesgos. Si bien la gestión del riesgo operativo es diferente para cada organización, aquí hay tres pasos clave para implementarla.
- Realizar una identificación y evaluación de riesgos
El primer paso en la gestión del riesgo operativo es identificar los diferentes riesgos que enfrenta el negocio. Esto requiere inspecciones y auditorías para detectar todos los riesgos posibles. A partir de ahí, el equipo debe evaluar estos riesgos y determinar cuáles tienen más probabilidades de ocurrir y cuáles pueden causar el mayor daño.
- Desarrollar e implementar un plan de gestión de riesgos
Una vez identificados y evaluados los riesgos, el equipo debe desarrollar un plan de gestión de riesgos. Esto implica determinar la mejor manera de realizar diferentes tareas y prácticas para reducir riesgos, introducir nuevas tecnologías en las operaciones comerciales e incluso cambiar ciertas prácticas operativas. Una vez que el plan ha sido desarrollado y revisado, el equipo puede implementarlo dentro de la organización.
Al implementar un plan de gestión de riesgos, el trabajo no ha terminado. Después de eso, el equipo debe monitorear constantemente las operaciones de la organización y al mismo tiempo revisar la efectividad del plan de gestión de riesgos. A partir de ahí, será más fácil determinar qué funciona y qué podría modificarse para gestionar mejor los riesgos operativos.