En los días caninos del verano, recibimos recordatorios frecuentes de que debemos hidratarnos con frecuencia, pero ¿qué pasa con el invierno? El aire que respiramos en climas más fríos es más seco, por lo que nuestros pulmones tienen que trabajar horas extras para agregar humedad y calentarlo. Y cuanto más trabaja el cuerpo, más hidratación necesita.
No importa la estación del año, un cuerpo sano pierde entre tres y seis litros de agua cada día. El vapor de agua que exhalamos por sí solo puede llenar más de una botella de refresco de un litro. Por eso, no hace falta decir que garantizar que los trabajadores estén suficientemente hidratados es un paso importante para mantener un lugar de trabajo seguro y saludable durante todo el año.
Por qué es importante la hidratación
Nuestros cuerpos están compuestos aproximadamente en un 60 por ciento de agua. Es un nutriente esencial que nos permite funcionar a niveles óptimos de rendimiento al:
- Regular la temperatura corporal central
- Llevar nutrientes a los órganos vitales.
- Eliminar las toxinas internas del cuerpo.
Todos perdemos parte de esta agua a lo largo del día mediante actividades normales como sudar (incluso entre la piel y la ropa de invierno), exhalar, orinar, tomar diuréticos y realizar esfuerzos corporales naturales para mantener la temperatura central (como temblar).
Pero mantener niveles adecuados de líquidos es fundamental para que nuestro cuerpo funcione a plena capacidad. Sin suficientes líquidos, nuestro cuerpo comienza a deshidratarse. Dependiendo de la gravedad de la deshidratación, esto podría tener un impacto significativo en la capacidad para trabajar y funcionar correctamente.
Deshidratación de invierno
La deshidratación no es sólo causada por sudar bajo el sol del verano. Varios factores pueden contribuir a caídas peligrosas de la temperatura corporal y a la pérdida de líquidos en el clima invernal:
- Temperaturas bajo cero y sensación térmica
- Ropa inadecuada para el clima.
- Esfuerzo físico
- Exposición directa a las inclemencias del tiempo.
- Falta de ingesta de líquidos y mala alimentación.
- Condiciones médicas preexistentes
- Mala condición física
Mire este video para aprender más sobre el estrés por frío y la hidratación:
¿Está usted correctamente hidratado?
Conocer la importancia de la hidratación es una cosa; asegurando que es otro. Por eso es fundamental que los trabajadores comprendan cómo medir su nivel de hidratación y qué medidas tomar para mantener los líquidos corporales.
No siempre puedes confiar en la sensación de sed para recordarte que tu cuerpo necesita más líquidos. Una de las formas más sencillas de saber si su cuerpo está adecuadamente hidratado es mediante un examen rápido del color de la orina.
- Pálido y abundante = hidratación adecuada
- Amarillo medio a oscuro = deshidratación leve, se requieren más líquidos
- Naranja medio a oscuro = deshidratación severa, contacte a un médico
(Puede resultar útil utilizar y publicar una guía visual).
Los síntomas adicionales de deshidratación incluyen:
- Sed (aunque no siempre)
- Fatiga
- Calambres musculares
- Náuseas
- Mareo
- Confusión
- Transpiración excesiva
- Piel caliente y seca
En general, se recomienda que el adulto promedio beba un litro por hora de trabajo activo, distribuyendo la ingesta a lo largo de un período de tiempo. Por ejemplo, adquirir el hábito de beber aproximadamente 1 taza (250 ml) de líquido cada 15 minutos mantendrá altos sus niveles de hidratación durante su turno.
Sin embargo, es importante comprender que cada persona es diferente y que la cantidad de hidratación necesaria varía dependiendo de varios factores:
- Condiciones de salud subyacentes – Las personas que padecen presión arterial alta, diabetes y enfermedades cardíacas pueden tener diferentes necesidades de hidratación y ciertos medicamentos pueden cambiar la forma en que el cuerpo responde a los factores ambientales.
- Nivel de esfuerzo físico – Realizar tareas básicas (aunque sea solo respirar) hace que el cuerpo pierda hidratación. Cuanto más difícil sea la tarea, más líquido perderá su cuerpo.
- Ambiente de trabajo – En climas fríos, el sudor tiende a convertirse en vapor de agua rápidamente y capas adicionales de ropa pueden evitar que nos demos cuenta de que nos estamos deshidratando. Esta es una de las principales causas de hipotermia en personas que permanecen al aire libre durante largos periodos de tiempo.
Hacer de la hidratación invernal una prioridad en el lugar de trabajo
Por muy importante que sea que los trabajadores asuman la responsabilidad de su salud, existen formas para que los gerentes hagan del lugar de trabajo un entorno propicio para la hidratación.
Proporcionar educación y capacitación
La educación básica es una de las formas clave de garantizar que sus empleados se mantengan adecuadamente hidratados.
La mayoría de las personas saben que el cuerpo necesita más hidratación cuando hace calor afuera, pero muchos se sorprenderán al descubrir que también es importante cuando hace frío. Ofrecer sesiones de capacitación rápidas e informativas puede tener un gran impacto en la prevención y la preparación, minimizando el riesgo de enfermedades relacionadas con la deshidratación.
Tenga líquidos fácilmente disponibles
Es más probable que los trabajadores tomen descansos para hidratarse cuando tienen bebidas a su alcance. Los empleadores pueden ayudar proporcionándoles agua y bebidas calientes durante el invierno. Las bebidas de reemplazo de electrolitos pueden ayudar a reponer los electrolitos agotados, como el sodio y el potasio, y ofrecer un poco de energía.
Las bebidas calientes o a temperatura ambiente son mejores para mantener la temperatura interna del cuerpo y son una mejor opción que las bebidas frías cuando se trabaja en temperaturas más frías.
Dado que la cafeína en realidad Delawarehidrata el cuerpo, es una buena idea mantenerse alejado de las estaciones de café en los lugares de trabajo en invierno.
Hacer cumplir los descansos regulares
Cada lugar de trabajo debe tener un refugio (idealmente uno con calefacción) donde los trabajadores puedan aliviarse del clima frío. También es un gran lugar para guardar agua y bebidas calientes.
Exigir descansos regulares es una excelente manera de recordar a los trabajadores que se detengan y se rehidraten antes de regresar al trabajo.
Conclusión
La hidratación (y la deshidratación) es un problema que afecta a todas las estaciones. Nuestros cuerpos pierden cantidades sustanciales de agua todos los días y no reponer estos líquidos puede provocar efectos nocivos como un rendimiento deficiente o algo peor.
Educar a los trabajadores sobre la hidratación adecuada y proporcionar estaciones de hidratación en los lugares de trabajo invernales son pasos simples que cualquier empleador puede tomar para garantizar que los empleados mantengan niveles seguros de líquidos durante todo el día. Al hacer de la hidratación un hábito durante todo el año, tanto los empleadores como los empleados se verán recompensados con un lugar de trabajo más saludable.