La exposición al amianto no siempre termina en el trabajo. Desafortunadamente, siempre que un empleado está en riesgo de exposición, también lo están sus seres queridos.
Esto se debe a un fenómeno conocido como exposición secundaria al asbesto.
Comienza con la presencia de fibras de amianto en el lugar de trabajo: la exposición principal. Esas fibras pueden adherirse al cabello, la piel o la ropa de un trabajador. A partir de ahí, pueden caer en su automóvil o en su casa, poniendo potencialmente en riesgo a otras personas, incluidos los niños.
Afortunadamente, existen medidas que los empleadores y los trabajadores pueden tomar para mitigar este riesgo y mantener a todos seguros, dentro y fuera del lugar de trabajo. Y todo comienza por comprender qué es la exposición secundaria al asbesto y cómo ocurre.
¿Dónde se encuentra el asbesto en el lugar de trabajo?
El asbesto es un mineral natural que se utilizó en la construcción y la fabricación hasta 1980.
A pesar de haber sido descontinuado, muchas ocupaciones continúan lidiando con él, ya que era de uso generalizado y se encuentra en varios materiales comunes. Es especialmente frecuente en sitios de construcción o demolición, astilleros y dondequiera que los trabajadores alteren casas o edificios antiguos.
Otras profesiones que corren riesgo de exposición al asbesto incluyen:
- Los bomberos y otros socorristas pueden quedar expuestos al asbesto cuando chocan contra edificios demolidos o dañados.
- Los comerciantes que trabajan en HVAC, electricidad y plomería pueden estar expuestos al asbesto a través de accesorios y juntas viejos que pueden haber sido hechos con el mineral.
- Los mecánicos de automóviles pueden quedar expuestos a través de pastillas de freno viejas y otras piezas de automóviles fabricadas con ellas.
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¿Por qué es peligroso el amianto?
La exposición al amianto puede provocar el desarrollo de mesotelioma, una forma rara de cáncer de pulmón.
Desafortunadamente, la exposición secundaria repetida al asbesto también puede causar mesotelioma. Esto significa que cualquier persona que comparta un automóvil, viaje o viva con alguien que trabaje con materiales que contienen asbesto también está en riesgo.
Trágicamente, la mayoría de los casos de exposición secundaria ocurren en mujeres y niños que viven con trabajadores manuales que entran en contacto con el asbesto en el trabajo.
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¿Cómo ocurre la exposición secundaria al asbesto?
La exposición secundaria ocurre cuando el asbesto perturbado se adhiere a la piel, la ropa o el cabello del trabajador y se lleva a casa, donde los miembros de la familia pueden estar expuestos a él. Estos son algunos de los puntos potenciales de exposición secundaria:
- Un trabajador que tenga amianto en la ropa o en la piel puede arrojarlo en su automóvil mientras conduce; cualquier persona que posteriormente viaje en ese automóvil corre el riesgo de exposición.
- El asbesto puede ingresar a la casa donde puede depositarse en los muebles o esparcirse en el aire.
- Manipular o lavar ropa que ha sido contaminada con asbesto también puede causar exposición secundaria.
- El contacto personal es la forma más directa de exposición secundaria. Es fácil inhalar asbesto mientras se abraza o se toca a alguien que ha estado expuesto a él.
¿Cómo puedo mitigar los riesgos?
Los empleados que trabajan con amianto deben recibir todo lo necesario para someterse a un proceso de descontaminación exhaustivo. Esto incluye:
- Lockers donde puedan guardar su ropa y equipo de trabajo en lugar de llevárselos a casa.
- Instalaciones de ducha para lavarse después del trabajo y eliminar cualquier mineral que pueda haberse adherido a la piel o el cabello del trabajador.
- Un área dedicada para guardar su ropa de calle y garantizar que no se contamine al dejarla en el lugar de trabajo.
Con estas medidas, las posibilidades de exposición secundaria disminuyen. Sin embargo, sigue siendo una preocupación acuciante. Los trabajadores aún pueden rastrear trazas de asbesto en sus hogares y la exposición repetida puede dañar a quienes viven con ellos.
Ésta es una razón más para tomar en serio estas medidas. Los empleadores deben tomar todas las precauciones para minimizar la probabilidad de que los trabajadores lleven partículas de asbesto a casa.
¿Qué debo hacer si creo que he estado expuesto?
Los síntomas del mesotelioma pueden aparecer entre 10 y 50 años después de la exposición. Incluso entonces, pueden empezar de forma bastante leve. Este largo período de latencia puede dificultar el diagnóstico del mesotelioma, especialmente porque los primeros síntomas pueden imitar los de enfermedades más comunes.
Si usted o un ser querido muestra síntomas de mesotelioma y puede haber estado expuesto, hable con su médico acerca de hacerse algunas exploraciones. Una biopsia es la única forma de diagnosticar el mesotelioma; sin embargo, es importante realizar un estudio completo porque los síntomas podrían indicar otras posibles afecciones.
Después de un diagnóstico, existen algunas opciones de tratamiento. Como ocurre con muchos tipos de cáncer, esto puede implicar radiación, quimioterapia, cirugía o tratamientos experimentales. Mucha gente opta por un enfoque multimodal.
En última instancia, la exposición secundaria es un riesgo para cualquiera que viva con alguien que trabaje en una industria donde el asbesto es un peligro. Debido a esto, es importante seguir diligentemente un proceso de descontaminación exhaustivo y garantizar que los materiales que contienen asbesto permanezcan en el lugar de trabajo.