La mayoría de los pasajeros de aviones realizan sólo unos pocos viajes al año en un ambiente cómodo y acogedor, por lo que la cabina representa poco riesgo para ellos. Sin embargo, ocurre todo lo contrario con los miembros de la tripulación de cabina, incluidos los pilotos y las azafatas.
Los miembros de la tripulación de cabina pueden pasar hasta 1.000 horas volando al año, y durante ese tiempo están expuestos a una serie de riesgos ocupacionales y ambientales, incluida la radiación cósmica, altos niveles de ruido ambiental, enfermedades transmisibles y fatiga.
En este artículo, analizamos exhaustivamente los cuatro principales problemas de salud y entorno de trabajo de los miembros de la tripulación de cabina, así como una descripción general de las estrategias preventivas para reducir sus exposiciones ocupacionales.
1. Radiación ionizante cósmica
Tanto los tripulantes de cabina como los pasajeros están expuestos a radiaciones ionizantes cósmicas en cada vuelo. Según el Instituto Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional (NIOSH), la radiación ionizante cósmica es una forma de radiación ionizante que emana del espacio exterior. La mayor parte de la exposición a la radiación ionizante cósmica en los aviones proviene de la radiación cósmica galáctica, que siempre está presente, y de eventos de partículas solares, como las erupciones solares. Mientras que a diario llega a la Tierra una cantidad muy pequeña de radiación ionizante cósmica, en altitudes de vuelo de aviones la exposición a la radiación cósmica galáctica es significativamente mayor.
(Conozca 9 fuentes comunes de radiación en el hogar y el lugar de trabajo)
Efectos en la salud
Debido a los altos niveles de exposición a la altitud de vuelo de los aviones, existe un mayor riesgo de cáncer mortal. La radiación ionizante cósmica también se ha relacionado con problemas reproductivos, como abortos espontáneos y defectos de nacimiento. Por ejemplo, los defectos genéticos pueden transmitirse a un niño como resultado de la radiación recibida por los padres antes de que el niño fuera concebido.
Límites recomendados de exposición ocupacional
Según la Asociación Federal de Aviación (FAA), el límite recomendado de exposición ocupacional a radiaciones ionizantes para un miembro de la tripulación de cabina es una dosis efectiva promedio de 5 años de 20 milisievert por año, con no más de 50 milisievert en un solo año. Para las tripulantes de cabina embarazadas, el límite recomendado es 1 milisievert, con no más de 0,5 milisievert en un solo mes.
Reducir la exposición ocupacional
Los miembros de la tripulación de cabina pueden reducir su exposición ocupacional a la radiación ionizante trabajando en vuelos más cortos a altitudes más bajas. En altitudes más bajas, hay más protección contra la radiación debido a la cantidad de aire sobre el avión, así como la protección proporcionada por el campo magnético de la Tierra. Este blindaje es máximo cerca del ecuador y disminuye gradualmente hasta cero a medida que el avión vuela hacia el norte o el sur.
2. Alteración del ritmo circadiano (desfase horario)
El trabajo por turnos, el trabajo nocturno y los viajes a través de zonas horarias pueden alterar el patrón de sueño normal de una persona, lo que a su vez afecta su ritmo circadiano. El ritmo circadiano se conoce popularmente como reloj biológico interno y es responsable de regular las funciones corporales en función del ciclo de vigilia/sueño de un individuo. Debido a la naturaleza de su trabajo, los miembros de la tripulación de cabina experimentan alteraciones en los ritmos circadianos, lo que comúnmente se conoce como jet lag.
Preocupaciones de salud
Las alteraciones de los patrones normales de sueño pueden provocar fatiga, dificultad para dormir y cambios de humor, así como síntomas estomacales e intestinales (consulte Privación del sueño y seguridad de los trabajadores para obtener más información sobre los riesgos asociados). Un estudio realizado por NIOSH encontró que había un aumento en el riesgo de aborto espontáneo entre las azafatas que trabajaban más de 15 horas durante el primer trimestre del embarazo. Además, las alteraciones del ritmo circadiano también pueden provocar niveles hormonales anormales.
(Para obtener más información sobre esto, consulte Los inquietantes efectos secundarios de la privación del sueño)
Reducir la exposición ocupacional
- Mantén el mismo horario de sueño y vigilia, incluso los fines de semana.
- Evite el alcohol y la cafeína cerca de la hora de acostarse.
- Reducir el tiempo de trabajo en vuelos muy largos
- Reduce el número de zonas horarias que cruzas
- Utilice tapones para los oídos y antifaz para reducir el ruido y la luz al dormir.
3. Trastornos musculoesqueléticos
Los miembros de la tripulación de cabina corren el riesgo de sufrir esguinces y torceduras al levantar, doblar, alcanzar, transportar, trabajar en espacios reducidos y utilizar movimientos repetitivos. También existe el riesgo añadido de caídas por desequilibrios al experimentar turbulencias.
(Consulte Las 5 formas clave de terminar con un trastorno musculoesquelético para obtener más información)
Reducir la exposición ocupacional
- Limite las posturas corporales incómodas, como la espalda doblada o torcida, y los movimientos repetitivos durante períodos prolongados de tiempo.
- Evite levantar objetos pesados o por encima de la cabeza y empujar o tirar con fuerza
- Si está embarazada, reduzca o elimine agacharse, doblarse o torcerse la cintura.
4. Calidad del aire en la cabina
Se han planteado preocupaciones con respecto a los posibles efectos sobre la salud de los miembros de la tripulación de cabina en relación con la calidad del aire en la cabina. En todos los aviones modernos, tanto los tripulantes de cabina como los pasajeros respiran una mezcla de aire fresco y recirculado. Durante el vuelo, el aire proviene de la etapa de compresión del motor a reacción, que luego se acondiciona y filtra entre 20 y 30 veces por hora.
Preocupaciones de salud
Los posibles peligros del aire en la cabina incluyen:
- Peligros de ventilación, incluidos los niveles de monóxido de carbono, ozono y dióxido de carbono.
- Cambios de altitud y presurización de la cabina: las personas normales pueden tolerar una reducción en la presión parcial de oxígeno hasta alrededor de 10,000 pies; por encima de esta presión parcial de oxígeno se reducirá rápidamente, afectando la función cerebral.
- Contaminación por la descomposición del aceite de motor calentado o del fluido hidráulico (recuerde, el motor «produce» aire)
Reducir la exposición ocupacional
Desafortunadamente, la investigación sobre la calidad del aire en la cabina es bastante nueva. En este momento, no hay mucho que los propios miembros de la tripulación de cabina puedan hacer para mejorar la calidad del aire al que están expuestos mientras trabajan. Sin embargo, deben conocer los procedimientos que su empresa pueda tener implementados para hacer frente a estas exposiciones. Además, es trabajo de la empresa garantizar que la aeronave reciba un buen mantenimiento, incluidos los componentes responsables de la recirculación del aire dentro de la cabina. Si los miembros de la tripulación de cabina tienen alguna inquietud sobre estas exposiciones, se recomienda que consulten con su médico de cabecera.
La seguridad es lo primero
Una de las partes más esenciales para ser un tripulante de cabina exitoso es estar al día con todos los procedimientos de salud y seguridad. Por lo tanto, es fundamental que los pilotos y asistentes de vuelo asistan a las sesiones de formación necesarias para que puedan garantizar la seguridad y el bienestar no sólo de ellos mismos, sino también de los de sus pasajeros.