Los productos químicos peligrosos se encuentran en todas las industrias y los líderes de las empresas deben cambiar a alternativas con menos ingredientes tóxicos para garantizar la seguridad y la sostenibilidad de sus lugares de trabajo.
En este artículo, repasaremos la importancia de la transición a productos químicos más seguros y sugeriremos mejores alternativas a los productos químicos comunes en el lugar de trabajo.
Los protocolos actuales de seguridad química son inadecuados
Primero, es importante entender qué significa «peligroso» con respecto a los productos químicos. Los productos químicos peligrosos se clasifican en una o más de estas cinco categorías:
- Inflamable: Puede encenderse fácilmente cuando se expone al calor o la electricidad.
- Explosivo: Puede detonar o explotar cuando se expone al calor, un golpe repentino o presión
- Corrosivo: Puede quemar tejido vivo.
- Tóxico: Puede causar lesiones o la muerte por ingestión, inhalación o absorción.
- Radioactivo: Puede dañar o destruir células y cromosomas.
Prevenir daños a los empleados implica comunicar los riesgos específicos asociados con un producto químico e implementar medidas para proteger activamente a los trabajadores de la exposición. Sin embargo, muchos de los métodos utilizados actualmente tienen limitaciones inherentes:
- Etiquetado: Todos los contenedores de productos químicos peligrosos deben tener etiquetas que muestren advertencias claras e instrucciones de manejo. Estas etiquetas hacen un buen trabajo para crear conciencia sobre las propiedades peligrosas del químico, pero no pueden obligar a alguien a manipular el producto de manera segura. Es sólo cuestión de tiempo antes de que la falta de atención y el error humano provoquen un incidente químico.
- Equipo de Protección Personal (EPP): El EPP, como guantes, gafas protectoras y monos, puede proteger a los trabajadores del contacto con sustancias químicas peligrosas, pero esto siempre debe considerarse como una última línea de defensa en caso de que otras medidas de control más efectivas fallen.
- Hojas de datos de seguridad (SDS): OSHA exige que los lugares de trabajo mantengan hojas de datos de seguridad para cada producto químico que se mantenga en el sitio. Estos documentos proporcionan información crítica sobre los peligros asociados con el producto químico, instrucciones de manipulación y almacenamiento seguros y procedimientos de eliminación adecuados. Al igual que las etiquetas de los contenedores de productos químicos, las fichas de datos de seguridad no pueden eliminar por completo el error humano o el descuido de la ecuación.
- Límites de exposición permitidos (PEL): Los PEL especifican niveles seguros de exposición a diversos productos químicos. Sin embargo, simplemente cumplir con los PEL no es lo ideal, ya que muchos de ellos están desactualizados e inexactos, según admite la propia OSHA. Los límites de exposición a corto plazo (STEL) y los límites de exposición a largo plazo (LTEL) tampoco tienen en cuenta los riesgos de salud subyacentes de cada empleado, las condiciones generales de trabajo o el uso indebido de productos químicos peligrosos.
- Entrenamiento HAZMAT: Un paso importante es asegurarse de que cualquier persona que trabaje con productos químicos esté capacitada para manipularlos de forma segura. Desafortunadamente, esto no ayuda mucho en casos de robo o sabotaje. Los Estándares Antiterroristas para Instalaciones Químicas (CFATS, por sus siglas en inglés) han identificado 300 químicos peligrosos de interés para prevenir su explotación, pero una mejor alternativa sería eliminarlos por completo del lugar de trabajo.
(Conoce más en Todo lo que necesitas saber sobre las fichas de datos de seguridad)
¿Por qué cambiar a alternativas más seguras?
Si bien el EPP, las correcciones administrativas y los controles de ingeniería son útiles para mitigar los riesgos asociados con los productos químicos peligrosos, no sustituyen a los controles de nivel superior. Después de todo, ninguna cantidad de ventilación o EPP puede proporcionar tanta protección como eliminar el uso de productos químicos nocivos o cambiarlos por alternativas menos peligrosas.
He aquí por qué cambiar a alternativas más limpias es la mejor opción para la seguridad y salud ocupacional.
Mejores condiciones de vida y de trabajo
A pesar de sus mejores esfuerzos por evitar prácticas peligrosas, los trabajadores sufren más de 190.000 enfermedades y 50.000 muertes anualmente debido a la exposición a sustancias químicas. Peor aún, estas cifras subestiman el alcance real del daño porque la aparición de los síntomas puede tardar meses o años, lo que significa que muchos de los afectados no vincularán sus condiciones de salud con la exposición previa que los causó o agravó.
El uso de alternativas más seguras a los productos químicos peligrosos provocaría una caída inmediata en las lesiones y muertes por exposición, así como una reducción significativa en una variedad de enfermedades crónicas a largo plazo.
Costos operativos reducidos
La transición a alternativas químicas más seguras también puede reducir los costos operativos, principalmente al ayudar a las empresas a evitar responsabilidades. También puede dar como resultado mejoras mensurables en la utilización de recursos, la productividad de los empleados y el tiempo de inactividad debido a incidentes químicos.
Eliminar productos químicos peligrosos también significa no tener que gastar más en controles de ingeniería adicionales y costosos EPI de alta resistencia. La compra de alternativas más seguras y sostenibles podría provocar un aumento temporal de los costos, pero puede compensarse con ahorros a largo plazo en medidas de control.
(Más información sobre primeros auxilios en incidentes de exposición a sustancias químicas)
Sustitutos de sustancias químicas peligrosas comunes
Eliminar los productos químicos tóxicos del lugar de trabajo es más fácil de decir que de hacer. Antes de realizar cualquier cambio, primero debe identificar alternativas viables que sean efectivas y que no causen una interrupción importante en los cronogramas u operaciones.
A continuación se muestran algunos sustitutos probados y verdaderos de sustancias peligrosas que se encuentran comúnmente en almacenes, plantas de fabricación y otros lugares de trabajo.
Productos químicos industriales
OSHA ha identificado más de 100 productos químicos industriales tóxicos fabricados, almacenados y transportados en todo el mundo. Su producción en grandes cantidades supone un importante riesgo para la salud de los empleados a lo largo de la cadena de suministro.
A continuación se presentan sustitutos más seguros de los productos químicos industriales comunes:
- Amoníaco: El amoníaco es un ingrediente común en los productos de limpieza, pero el cloruro de hidrógeno anhidro es un sustituto viable.
- Benceno: El benceno es un disolvente no polar con muchas alternativas más seguras, como pentano, ciclopentano, cloroformo y éter dietílico.
- Óxido de etileno: El óxido de etileno se utiliza para esterilizar equipos, pero es muy inflamable y reactivo. Los sustitutos comunes incluyen peróxido de hidrógeno, dióxido de nitrógeno, dióxido de cloro y ácido peracético.
- Formaldehído: El formaldehído es un ingrediente común en pegamentos, tintes, textiles y muchos otros materiales, lo que dificulta su reemplazo. El alcohol etílico, el glutaraldehído y el fenoxietanol son opciones viables, pero estos químicos tienen sus propios riesgos para la salud.
- Ácido nítrico: El ácido nítrico es una sustancia química que se utiliza para pasivar piezas metálicas y hacerlas resistentes a la corrosión. Lo creas o no, muchos fabricantes utilizan ácido cítrico para lograr el mismo efecto.
- Tricloruro de fósforo: Este líquido de olor fuerte es un aditivo común en la gasolina, los textiles y los plásticos. Ha habido grandes avances en el desarrollo de alternativas más seguras, como el fósforo elemental, el organofósforo, el fósforo rojo y la fosfina.
- Dióxido de azufre: El dióxido de azufre es un producto químico de fabricación ampliamente utilizado. Sin embargo, un proceso catalítico mejorado con plasma descubierto recientemente puede permitir a las empresas convertirlo en azufre puro como una alternativa más ecológica.
Productos cotidianos
Muchos productos químicos que se encuentran en lugares de trabajo no industriales también pueden ser peligrosos y deberían sustituirse. Si bien estos no son de ninguna manera tan tóxicos ni tan riesgosos como sus contrapartes industriales, son muy comunes, a menudo se manejan sin equipo de protección personal y pueden causar molestias, irritación y efectos adversos más graves para la salud.
Éstos son algunos de los ejemplos más impactantes:
- Ambientadores: La canela, la vainilla, el clavo y otros elementos naturales con olores agradables son alternativas fáciles a los ambientadores en aerosol.
- Pintar: Las pinturas a base de agua siempre son mejores que las de aceite. También son más seguros si los aplicas con una brocha o rodillo en lugar de con un aerosol.
- Limpiadores: El jabón casero, el bicarbonato de sodio, el vinagre y el jugo de limón son excelentes sustitutos de los productos químicos de limpieza.
- Desengrasantes: Los desengrasantes a base de cítricos son más seguros y limpios que los de base solvente.
(Descubra cómo prepararse para derrames químicos en el lugar de trabajo)
Pasos para eliminar los peligros químicos
Eliminar las sustancias químicas peligrosas y reemplazarlas con sustancias nuevas no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana. Se necesitarán meses y un compromiso para hacerlo bien.
A continuación se ofrece un resumen condensado del proceso de sustitución.
1. Realizar una evaluación de riesgos
En primer lugar, debe evaluar la relación riesgo-beneficio actual de sus productos químicos existentes. ¿Existe un riesgo significativo al usarlos, almacenarlos o eliminarlos? Recuerde contabilizar todo su inventario y considerar todo el ciclo de vida del producto químico. Podría ser seguro usarlo ahora, pero su estabilidad podría cambiar en el futuro. futuro.
También debe determinar si sus productos químicos se consideran tóxicos o tienen alguna regulación de la industria. ¿Estas restricciones naturales y legales están frenando sus operaciones?
2. Identificar posibles alternativas
Identificar alternativas potenciales puede requerir un largo proceso de prueba y error. Puede acortar esto respondiendo algunas preguntas desde el principio. ¿El producto químico de reemplazo satisfará sus necesidades técnicas? ¿Es compatible con sus procedimientos de trabajo, equipos y distribución general del edificio actuales? ¿Cómo lo almacenará y desechará?
3. Comparar y contrastar
Después de realizar su evaluación de riesgos, debería poder sopesar los pros y los contras de cada opción. ¿Cómo afectará el nuevo químico a sus operaciones? ¿Cuánto producto químico necesitarás? ¿Tendrá que proporcionar EPP adicional?
4. Consulte a sus empleados
Los empleados que manipulan productos químicos a diario son los que más pueden ganar si cambian a alternativas más seguras. Consulta a cada persona y haz que comparen el desempeño de cada opción. ¿Cuál es mejor en su experiencia? Los datos podrían sugerir que la opción A es mejor, pero los testimonios de los empleados pueden contar una historia diferente.
5. Presentar y evaluar
Es posible que también deba actualizar los protocolos de capacitación y fortalecer sus esfuerzos de supervisión si decide introducir el químico sustituto. Esté atento al nivel de contaminantes en el aire durante la transición. Obtenga comentarios de los empleados y evalúe el cambio después de varias semanas de recopilar información.
Eliminación de productos químicos peligrosos paso a paso
Nos hemos vuelto demasiado dependientes de productos químicos peligrosos. Se encuentran en nuestros hogares, nuestros vehículos y en nuestros lugares de trabajo. Afortunadamente, puedes tomar medidas para reducir los riesgos químicos en el trabajo. Haga un inventario de todos los productos químicos peligrosos del lugar; con un poco de suerte, podrá encontrar una alternativa adecuada y más segura.